El pasado mes escuché en las noticias sobre esta extraña e inusual operación quirúrjica, contra la que seguro que más de uno hemos reaccionado con un ¡qué asco! La verdad es que es un método muy novedoso y probablemente revolucionario, que ha salvado la vida de muchos pacientes hasta la fecha. Consiste en la introducción de heces de un donante apto en el intestino delgado de un paciente a través de una sonda. Las heces son trituradas y en ocasiones mezcladas con leche o yogurt para cambiar ese aspecto tan desagradable; a la par que aportar bacterias beneficiosas. ¿Y por qué acuden personas para someterse a este simpático tratamiento? Pues bien, se trata de personas que han perdido su flora bacteriana intestinal por la acción de otras bacterias perjudiciales (clostridium difficile) que las eliminan y se duplican en el intestino. La bacteria desencadena consecuencias parecidas a las de un cuadro bacteriano común, por lo que el médico receta antibióticos. Estos no solo matan a parte de las perjudiciales, sino que acaban con todas las beneficiosas y, a partir de aquí, las primeras se reproducen. Diarrea desmesurada, dolor intestinal, adelgazamiento, fiebre o mala digestión son algunas de las consecuencias producidas tras injerir el antibiótico.
Os dejo un par de videos de noticias americanas que explican en detalle esta asquerosa intervención que salva vidas.
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